domingo, 21 de junio de 2015

Brasil, sin Neymar, se las verá con una Venezuela de grandes ambiciones

La selección brasileña, mermada por la sanción a Neymar, tratará de demostrar hoy ante Venezuela que tiene recursos suficientes y que aún es un candidata a ganar la Copa América, mientras que la Vinotinto, con grandes ambiciones, quiere seguir escribiendo su historia en el torneo.
La baja de Neymar no sólo le supone a Brasil perder a su mejor jugador, sino a un líder en el campo y al hombre que asume la responsabilidad de echarse el equipo a la espalda cuando el partido se complica.
El seleccionador brasileño, Dunga, estará forzado a introducir cambios en el once titular y a adaptar el juego del equipo, que hasta ahora giraba exclusivamente en torno a su principal estrella y que se atascó siempre que los marcajes atosigaban a Neymar.
Sin la referencia de Neymar dirigiendo el juego, Dunga planea servirse de un único delantero, Roberto Firmino, escudado por un media punta rápido y habilidoso como Phillipe Coutinho, quien se perfila como el sustituto del ‘10’ de Brasil, y dos extremos muy abiertos.
Uno de ellos será Willian, que podría jugar por la derecha o por la izquierda, en función de quién sea el otro elegido, ya sea Douglas Costa o Robinho.
Los jugadores brasileños encaran el partido con la máxima seriedad, por la presión que supone la necesidad de la victoria para garantizarse la clasificación en un Grupo C que está totalmente empatado a tres puntos y por la oportunidad que supone la baja de Neymar para que otros sean protagonistas sin la sombra del astro.
La actitud de los jugadores es muy diferente a la de hace un año, cuando la lesión de Neymar alimentó un clima de conmoción que desestabilizó a la Canarinha y le condujo a su dolorosa eliminación ante Alemania.
Antes de entrar en el campo, Brasil y Venezuela ya sabrán qué resultado necesitan para pasar a los cuartos de final, puesto que el Colombia-Perú se disputa más temprano.
El defensa Miranda aseguró hoy que Brasil no especulará y jugará a ganar, aunque admitió que Venezuela es un buen equipo y en el partido “puede pasar de todo”.
Lejos ha quedado la época en la que la única duda en un enfrentamiento entre Brasil y Venezuela era saber las proporciones de la goleada que encajaría la Vinotinto, hasta hace no mucho la cenicienta del fútbol sudamericano.

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