La posesión del balón para encontrar los caminos entre una defensa presumiblemente cerrada y el control del juego aéreo para contrarrestar la principal arma de Paraguay en ataque centran el trabajo de Brasil de cara al partido de cuartos de final de la Copa América, este sábado en Concepción.
El preparador de porteros de la selección Canarinha, el campeón del mundo de 1994 Claudio Taffarel, explicó ayer en una conferencia de prensa que hará énfasis en las reacciones seguras del titular Jefferson a los centros aéreos de Paraguay, trabajo al que deben sumarse los centrales Thiago Silva y Miranda.
En el último entrenamiento de Brasil abierto a la prensa hoy, en la sede del club santiaguino Universidad de Chile, el seleccionador Dunga dividió a su plantilla de veintidós jugadores en tres grupos.
En tanto dos grupos intercambiaban pases, el otro fue exigido en la tarea de recuperación del balón.
Dunga no ha arrojado luces sobre el equipo titular que jugará desde el pitido inicial frente a la Albirroja, aunque se cree que Robinho será ratificado como el sustituto del suspendido Neymar.
Ante las preocupaciones que generan las facilidades de los paraguayos para hacer daño con los centros aéreos y las dificultades que pasó la selección brasileña en el último partido de la fase de grupos frente a los venezolanos, no parece distante la posibilidad de que el técnico Dunga opte por reforzar su esquema defensivo con un hombre de mayor estatura.
Por lo mismo, y dado que en su etapa final como jugador del Chelsea el zaguero David Luiz llegó a jugar en la primera línea de volantes, se cree que pueda entrar en la formación para cerrar la marcación desde ese sector.
La selección brasileña cerrará hoy sus puertas a la vista de la prensa y el público para cumplir su último entrenamiento en Santiago.
La delegación se desplazará el jueves en la noche a Concepción para encarar el partido con Paraguay al día siguiente.
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