Brasil goleó ayer por 4-1 a Camerún en un partido más duro de lo esperado y que resolvió gracias al talento de Neymar, que anotó dos veces y llevó a su equipo hasta los octavos de final del Mundial, en los que se verá con un ambicioso Chile.
Era su centésimo partido en Mundiales, urgía la victoria y Brasil comenzó a toda velocidad, con unas primeros minutos de alto voltaje en los que llevó con peligro con Hulk, Fred, Neymar y Paulinho, aunque ninguno de ellos supo concretar.
El equipo de Scolari bajó las revoluciones demasiado pronto y Camerún se animó y comenzó a amenazar la portería de Julio César.
Sin embargo, en pleno inicio de la rebelión de los Leones Indomables, Óscar desbordó por la izquierda y halló a Neymar totalmente solo frente al portero Itandje. Toque de primera del delantero del FC Barcelona, gol y el partido que se encaminaba para Brasil con sólo 17 minutos.
Camerún adelantó sus líneas, llevó el balón hacia las bandas, obligó a que se abrieran Thiago Silva y David Luiz y comenzó a poner en aprietos a la defensa brasileña.
Frente a un local replegado y hasta atemorizado, Nyom se escapó de Daniel Alves por la izquierda, le ganó en velocidad y cruzó al centro para que Matip empatase el marcador.
Antes del fin del primer tiempo, Marcelo tocó para Neymar, que dejó parado a su marcador con una veloz carrera y anotó el segundo.
Brasil estaba otra vez en ventaja, pero el espejismo sobre el campo era el mismo, tal como lo fue en los dos primeros partidos, contra Croacia y México.
Neymar, de hecho, barrió todo el frente del ataque brasileño. Se posicionó por la izquierda, por la derecha, entró como falso nueve y hasta ayudó con los marcajes en el centro del terreno, en medio del naufragio de Paulinho, que tuvo otro partido para el olvido.
Tan penoso fue el rendimiento del volante del Tottenham Hotspur, que Scolari le sustituyó en el minuto 46 por Fernandinho, pese a que no suele tocar al equipo en el entretiempo.
La segunda etapa comenzó como la primera. Brasil al ataque, pero con más ánimo, y cuando los jugadores se acomodaban otra vez en el campo, David Luiz se disfrazó de punta izquierda y centró para Fred, que le dio el gol de la tranquilidad a la canarinha de cabeza.
El libreto del primer tiempo se repitió, Camerún dominó pero sin peligro y Brasil buscó llegar a la contra, hasta que a falta de veinte minutos, Scolari sustituyó a Neymar por William.
Camerún intentó, pero su juego fue un reflejo de los problemas que arrastra desde antes del inicio de un campeonato que casi no jugó por desacuerdos con los premios de los jugadores.
Sobre el final, una buena triangulación brasileña, la única sin Neymar, y Fernandinho coronó una goleada que pareció exagerada, pero que anima a los de Scolari, que deberán probarse con rivales más duros.
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