miércoles, 18 de junio de 2014

Brasil choca contra una fortaleza



Si con alguien tienen que soñarse Neymar y compañía es con Guillermo Ochoa, el arquero que ayer les tapó todo y fue el gran artífice —una verdadera muralla— para que Brasil no pudiera derrotar a México (0-0), en la apertura de la segunda fecha del Mundial, poniendo puntos suspensivos a su clasificación a octavos de final.

Ochoa (hoy de 28 años) comenzó en el América de México en 2004, apenas tenía 18 años cumplidos (nació el 13 de julio de 1985), y poco tiempo después de que el holandés Leo Beenhakker, entonces técnico de ese club, decidió subirlo a primera desde las fuerzas básicas, jugó la Copa Libertadores de América, entre otros frente a nuestro The Strongest.

Aquel chico hoy está hecho y derecho, se ganó la titularidad en este Mundial —en los dos anteriores (2006 y 2010) fue suplente—, y su nombre está grabado desde ayer con letras de oro gracias a sus estupendas paradas, las que le dieron el punto a su selección para mantenerla con chance de acceder a octavos, y frenaron nada más y nada menos que al seleccionado anfitrión.

Brasil no convenció frente a Croacia, selección a la que derrotó 3-1 con ayuda del árbitro que cobró un penal inexistente, y tampoco ante México, pero efectivamente ayer tuvo más control de la pelota, generó mayor volumen ofensivo y hasta más opciones de gol, pero se topó si no era con la defensa azteca o con una mala definición, con un baluarte en el pórtico contrario.

Le pudo haber ido peor a Brasil a partir del atrevimiento que a ratos tuvo México, que seguro de que atrás tenía una fortaleza —como el nombre del estadio donde se jugó el partido— se animó a viajar adelante y con algunos remates puso en apuros a Julio César y asustó a los brasileños que asistieron a un empate, pero a punto estuvieron de presenciar una caída de su equipo.

En lo estrictamente futbolístico, en lo que le llaman “once contra once”, Brasil fue superando de a poco la presión que le puso México —que virtualmente lo asfixió en el primer tiempo—, esperó su momento y que los espacios se le abrieran, lo que ocurrió más en la segunda mitad, pero había arquero en el frente.

Ochoa le tapó primero un cabezazo a Neymar, fue una estirada estupenda para cortar en seco el grito de la gente que ya veía gol en esa jugada, sin embargo no fue. Con México envalentonado y su arquero mucho más, el tiempo fue pasando y las opciones fueron quedando frustradas por las manos de Ochoa, que por ejemplo estuvo bien parado ante un buen remate de Neymar después de que éste había bajado la pelota como todo un crack.

Cuando ingresó Jo en vez de Fred —quien ya no pudo simular un penal como lo hizo frente a Croacia—, Brasil tuvo más ocasiones, pero ni él ni Thiago Silva, en lo que fue la jugada del partido, consiguieron batir al inspirado Ochoa. En esta última, un cabezazo a quemarropa fue sacado de la misma línea de sentencia por el héroe de la jornada.

Los datos

De Brasil. A Brasil le costó hilvanar jugadas por el fuerte sistema defensivo que le planteó México, igual tuvo chances, pero Ochoa se las negó las principales.

De México. Los aztecas llevaron la iniciativa en parte del segundo tiempo e inquietaron a Julio César con dos disparos de Herrera y Vázquez.

El arquero. “Ochoa para a Brasil” es el titular del portal en línea brasileño Lance.

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