Luiz Felipe Scolari. A pesar de las críticas, supo armar la selección y ganar el título de la Confederaciones

La llegada en reemplazo de Menezes dio frutos en el primer torneo ganado con la selección brasileña. Pocos confiaban en el joven equipo anfitrión, pero Luiz Felipe Scolari contagió su mística.

Scolari logró domar a un renovado equipo que llegaba con grandes dudas a la cita premundial. La Copa Confederaciones se presentaba como el primer gran desafío del seleccionador campeón del Mundo con Brasil en Japón-Corea 2002 y no falló.

Logró imprimir su sello a los jugadores brasileños y tomó decisiones importantes, pese a los pobres resultados de sus primeros amistosos. Excluyó a Ronaldinho y Kaká; apostó a Fred y Hulk; supo rodear y mantener con alegría a Neymar hasta transformarlo en el Balón de Oro del torneo.

También le dio un destacado lugar a Paulinho, que acabó como Balón de Bronce, y apostó a la experiencia de Julio César para defender la valla. Además de hacer de David Luiz una pieza inamovible.

Scolari logró ensamblar un equipo nuevo, consolidó un sistema de juego con el que ganó todos sus partidos en la Confederaciones y humilló en la final al último campeón del mundo, la selección española