El Atlético Mineiro acató hoy (ayer) la decisión de la Conmebol de que la final de la Copa Libertadores se juegue en el estadio Mineirão, recién remodelado para el Mundial de Brasil 2014, pero el club aún estudia pedir un cambio de sede.
El partido de vuelta de la final de la Libertadores se jugará el próximo día 24 en Belo Horizonte entre el Atlético Mineiro y el Olimpia paraguayo, mientras que la ida tendrá lugar la semana que viene en el Defensores del Chaco, de Asunción.
El director de fútbol del equipo brasileño, Eduardo Maluf, dijo hoy (ayer) que el club "acata" la decisión de la Conmebol, pero intentará que se cambie, para que la final se juegue en el estadio Independencia, con aforo de 25.000 espectadores y que no llega al mínimo de 40.000 asientos que exige el reglamento.
El Mineirão tiene 63.000 asientos, es uno de los mayores y mejores estadios del Mundial de Brasil 2014 y tradicionalmente, desde los años 60, fue la casa del Atlético Mineiro y del Cruzeiro. El Atlético prefiere permanecer en el Independencia, estadio menor, menos cómodo y con numerosos puntos ciegos, por la espectacular racha de resultados que ha conseguido en él.
El equipo se mudó a este ‘fortín’ en mayo del año pasado y desde entonces, no ha perdido ni un sólo partido como local de los 38 que ha disputado.
El último resultado favorable fue este miércoles, la victoria por 2-0 sobre el Newell’s Old Boys argentino, seguido de una tanda de penaltis que le valió la clasificación a la final.
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