La conquista del Atlético Mineiro en la Copa Libertadores de América ratifica la tendencia de los últimos años.
Que Brasil es una potencia mundial en el plano futbolístico no es novedad, pero lo que se ha puesto en evidencia en los últimos años es la absoluta superioridad no sólo de la Selección sino en todo el ámbito sudamericano.
La conquista del Atlético Mineiro, la noche del miércoles, sobre el Olimpia paraguayo sólo ratifica esa tendencia. Los últimos cuatro ganadores de la más importante competencia futbolística de clubes han sido brasileños: Internacional, Santos, Corinthians y el mencionado Atlético Mineiro.
Antes de ello, otros siete clubes brasileños distintos conquistaron el preciadísimo trofeo: Cruzeiro, Flamengo, Gremio, San Pablo, Vasco da Gama y Palmeiras.
En total, los clubes de bandera brasileña conquistaron 17 de las 54 ediciones de la Copa Libertadores. El promedio es impresionante: un brasileño ganó el torneo de clubes más importante cada tres años.
Cada uno de esos logros tiene una figura de relieve mundial como abanderado: Pelé, Jairzinho, Zico, Tita, Raí, Jardel, Dida, Juninho, Paulo Nunes, Rogerio Ceni, Ronaldinho Gaúcho, Robinho… La lista, de hecho, es interminable y de lujo.
Esa superioridad se traslada al campo de la Copa Sudamericana, cuyo actual campeón es el San Pablo.
SE DESPLAZA EL CENTRO DE GRAVEDAD. Durante las tres primeras décadas de disputa de la Copa Libertadores de América, los clubes argentinos tuvieron los mayores éxitos. De hecho, Independiente de Avellaneda es más ganador. Tiene siete de estos trofeos en su haber, pero hoy está muy lejos de aquellas épocas gloriosas, pues disputará esta temporada el torneo argentino de Segunda división.
Boca Juniors tiene seis coronas, pero su presente dista mucho de ser alentador, después de una campaña francamente desilusionante.
Estudiantes de La Plata, Argentinos Juniors, Racing Club, Vélez Sarsfield y River Plate, los otros clubes argentinos que alzaron la Copa están hoy uno o varios pasos por detrás de los brasileños.
Las conquistas de Olimpia de Paraguay, Colo Colo de Chile, Atlético Nacional y Once Caldas de Colombia y Liga Deportiva Universitaria de Ecuador, además de Peñarol y Nacional, de Uruguay hoy están lejanas y que cualquiera de ellos logre una de estas conquistas sabe a una utopía en el presente.
La razón es sencilla. La economía. Mientras Brasil crece a ritmo acelerado, es capaz de generar excedentes que pueden ser invertidos en actividades tales como el deporte. En los países en crisis, los recursos se destinan a la supervivencia.
Brasil está en camino de convertirse en la séptima potencia mundial. Así, cada vez será más difícil ganar a sus equipos de fútbol.
17 títulos internacionales de la categoría Mayores ostenta la Selección Brasileña de fútbol.
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