Flamengo comenzó ayer su andadura en la Copa Libertadores con una goleada por 4-0 a San Lorenzo en el cierre de la primera jornada del grupo 4, en el que la Universidad Católica de Chile sacó un empate 2-2 de la cancha del Atlético Paranaense.
El mal estado del césped del Maracaná, que volvía a recibir un partido oficial tras tres meses y medio de cierre, perjudicó el juego de los dos equipos, tanto el mejor toque de balón del Flamengo como los rápidos contragolpes con las que San Lorenzo se propuso sorprender.
El creativo Diego de tiro libre (m.48), el lateral peruano Miguel Trauco (m.62). Rómulo (m.70) y Gabriel a tres del fin del tiempo reglamentario señalaron la victoria del más popular club brasileño.
La ventaja pudo haber sido mayor si el ariete peruano Paolo Guerrero no desperdicia el lanzamiento de un penalti.
La visita se sacudió de la presión inicial del Flamengo tras un saque de esquina en el que Montoya, completamente solo, mandó de cabeza el balón rozando el palo de la portería de Alex Muralha.
Con el partido controlado por los locales, el entrenador uruguayo Diego Aguirre mandó a sus hombres adelantar las líneas para hacer más presión y obligar al Flamengo a abusar más de los pases en largo.
Tras el descanso el Flamengo encontró el camino para batir a Torrico y borrar del campo al San Lorenzo.
Una falta de Marcos Angeleri sobre Everton en la media luna del área de San Lorenzo la convirtió magistralmente Diego, con un suave toque por encima de la barrera.
El gol llevó a la locura la afición que llenó el Maracaná, que empujó aún más a su equipo y volvió al éxtasis con tres goles más.
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