Paulinho, el mediocentro que vino de China, y Neymar, el delantero que parece de otro mundo, se asociaron ayer para promover otra exhibición de lujo de Brasil, esta vez con una goleada de remontada por 1-4 a Uruguay en Montevideo que les deja con 30 puntos y a las puertas del Mundial de Rusia.
El gol de penalti a los 9 minutos de Edinson Cavani, el goleador de las eliminatorias sudamericanas, dio una alegría efímera a la Celeste, que comenzó a vivir su pesadilla en el Centenario a los 18 minutos con un golazo de media distancia de Paulinho.
El volante de marca volvió a anotar a los 52 minutos y con el equipo uruguayo desmoronándose, apareció Neymar para marcar el suyo, con una bella vaselina tras una veloz galopada, a los 74.
Paulinho aún tuvo tiempo para inventar un gol que podría llamarse "pechinho", pues con su pecho empujó el cuarto y definitivo.
La Canarinha se afianzó como el único líder de la tabla con 30 puntos.
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