Tras el fracaso en el Mundial, el Scratch recurrió a su capitán con el que logró la corona en el Mundial de Corea-Japón 2002. Lleva seis victorias seguidas.
El Brasil de la nueva era Dunga acumuló seis victorias consecutivas tras imponerse por 1-2 a Austria en un amistoso; exhibió nuevamente un fútbol convincente con el que rescató la credibilidad tras el fracaso en el Mundial 2014 y parece listo para la Copa América 2015.
La selección cinco veces campeona del mundo no conoce lo que es una derrota desde que Carlos Caetano Bledorn Verri 'Dunga', capitán en el Mundial de 2010, regresó al banquillo de entrenador tras el fracaso del equipo comandado por Luiz Felipe Scolari en el Mundial del que Brasil fue anfitrión este año.
Tras el humillante 1-7 ante Alemania en semifinales del Mundial 2014 y la derrota ante Holanda en la disputa por el tercer lugar, Dunga mantuvo la base con la que jugaba Scolari; convocó a algunos jugadores que no eran tenidos en cuenta e imprimió una nueva forma de comando, con más disciplina y reglas dentro y fuera de la cancha.
Para sustituir a históricos en la selección como los laterales Dani Alves y Marcelo, así como el delantero Fred, el principal hombre de confianza de Scolari, Dunga llamó a jugadores que no tuvieron posibilidad en el Mundial, como Miranda y Filipe Luiz, y solucionó los problemas de ataque con la convocatoria de Diego Tardelli.
Uno de los cambios fue el nombramiento de Neymar como nuevo capitán de Brasil en lugar del zaguero Thiago Silva cuyo liderazgo fue contestado durante el Mundial 2014 por los nervios que exhibió en momentos clave.
Las modificaciones en la nueva era Dunga no sólo permitieron que el equipo recuperara la confianza sino que garantizaron que Brasil despida el año invicto y con seis victorias consecutivas.
La nueva era Dunga comenzó con victorias por poca diferencia sobre Colombia y Ecuador, se consolidó con el 2-0 sobre Argentina, el 4-0 sobre Japón, un 0-4 sobre Turquía y el 1-2 en Viena a Austria.
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