El club brasileño Corinthians partió ayer a Dubái, su primera escala antes de llegar a Japón para disputar el Mundial de Clubes, que arrancará el jueves. El Timao llega como favorito, en medio de dudas tras su última actuación, con fallas en el campo, y con su atacante peruano Paolo Guerrero lesionado.
La breve escala de una noche en los Emiratos Árabes busca disminuir los efectos del brusco cambio de horario y el desgaste del viaje. Está previsto un entrenamiento con balón y luego descanso antes de seguir camino al país asiático.
El Timao, campeón de la Libertadores, desembarcará en Japón con el cartel de favorito, que comparte con el Chelsea inglés, y buscará su segundo título. Corinthians ganó de forma sorpresiva el primer Mundial de Clubes en enero de 2000, en una edición casi de prueba que tuvo su continuación en el actual formato a partir de 2005.
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