El panorama futbolístico de la ciudad de Porto Alegre tiene dos caras: la negra y azul del Gremio Porto Alegrense y la roja y blanca del Internacional. Ambos equipos se reparten el favor de los portoalegrenses y son dos de los clubes más importantes en la historia del fútbol brasileño.
Además de monopolizar la historia deportiva de Río Grande do Sul, Gremio e Inter suman varios títulos nacionales e internacionales. El equipo Tricolor ha conquistado el Campeonato Brasileño en dos ocasiones (1981 y 1996), la Copa de Brasil en cuatro (1989, 1994, 1997 y 2001), la Copa Libertadores en dos (1983 y 1995) y la Copa Intercontinental en una (1983).
El Colorado cuenta en sus vitrinas con tres títulos del Campeonato Brasileño (1975, 1976 y 1979), una Copa de Brasil (1992), dos Libertadores (2006 y 2010), una Copa Mundial de Clubes de la FIFA (2006), una Copa Sudamericana (2008), entre otros.
Gremio e Internacional son dueños de dos importantes estadios con mucha historia y capacidad para más de 50.000 espectadores, separados entre sí por 2,5 kilómetros: el Olímpico Monumental y el Beira-Río, respectivamente. Sus canteras se encuentran también entre las más prolíficas de Brasil y de ellas han salido jugadores de la talla de Ronaldinho Gaúcho, Emerson, Renato Gaúcho (Gremio), Falcão, Taffarel y Alexandre Pato (Internacional).
El Beira-Río será uno de los recintos en los que se disputarán partidos de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 tras ser sometido a una completa modernización.
El Beira-Rio, levantado en un relleno del río Guaíba, uno de los emblemas de Porto Alegre, es el hogar del Sport Club Internacional.
Escenario de innumerables y emocionantes clásicos entre ambos clubes y de cuatro finales de la Copa Libertadores de América, el recinto se prepara para su misión más importante que será albergar cinco encuentros de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, uno en cuartos de final.
El “gigante del Beira-Río”, mayor estadio de la región meridional de Brasil y bautizado como José Pinheiro Borda, fue inaugurado en 1969, tras casi un decenio de obras en las que la participación de los seguidores del Inter fue muy eficaz. Los hinchas colorados contribuyeron aportando ladrillos, cemento y hierro. Algunos llegaron a dejar el Estadio de los Eucaliptos, anterior sede del club, cuando el equipo iba mal para “animar” a los albañiles que trabajaban en el Beira-Río.
La remodelación del Beira-Río tiene como punto culminante la instalación de un innovador techo metálico que protegerá los asientos, las rampas y el acceso a las puertas. Se adoptó un proyecto modular para agilizar la construcción.
Después de la reforma, el Beira-Río dispondrá de un aforo de 50.287 espectadores.
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