Sao Paulo se clasificó a su primera final de la Copa Sudamericana, al empatar sin goles con la Universidad Católica chilena gracias a la renta del 1-1 de la ida.
La clasificación deja a los brasileños a la espera de su rival en la final, que saldrá mañana del partido de vuelta entre el Millonarios colombiano y el Tigre argentino, que en la ida quedó 0-0.
Sao Paulo dominó el partido netamente, condujo el juego en todo momento y dispuso de buenas opciones en las botas de Jadson y Luis Fabiano, sobre todo gracias a las jugadas de Lucas Moura, pero una actuación providencial del arquero Cristopher Toselli impidió que se inaugurase el marcador.
El partido tardó cerca de veinte minutos en arrancar, el tiempo que le costó a los dos equipos entrar en faena y dejar de lado los encontronazos y las entradas duras que calentaron el ambiente desde el pitido inicial.
A partir de ese momento, Sao Paulo se instaló en la cancha contraria y, para abrir fisuras en la zaga de la Católica, se sirvió principalmente de la rapidez y el desparpajo de Lucas Moura, el jugador más talentoso del cuadro brasileño.
El media punta, que recalará en el París Saint Germain en enero, fue un estilete que golpeó intermitentemente por el flanco derecho para servir balones a Jadson o Luis Fabiano, que se toparon con los buenos reflejos del arquero Toselli, que estuvo impecable en todo el encuentro.
Toselli incluso detuvo con una estirada espectacular un tiro de falta botado por el arquero Rogerio Ceni, en una de las mejores ocasiones de todo el partido.
El técnico uruguayo Martín Lasarte trató de tapar los agujeros redoblando el marcaje sobre Lucas Moura y juntando las líneas al extremo enfrente de la línea del área grande, lo que le obligó al Sao Paulo a diversificar opciones en la segunda parte.
El club brasileño exploró las triangulaciones en la frontal, que casi siempre tenían como último destinatario a Luis Fabiano, y la habilidad en el regate de Osvaldo, a quien solo se le pudo contener a base de faltas.
El tiempo favorecía a Sao Paulo por el resultado de la ida por lo que en el tramo final del partido, con toda la presión sobre los hombros, la Universidad Católica se envalentonó y subió al ataque en unas contadas ocasiones, pero sin excesivo peligro y regalando a los brasileños la posibilidad del contragolpe.
Pero el local, que siempre juega muy a gusto de contraataque, tampoco pudo aprovechar las ocasiones en las que Lucas Moura o Luis Fabiano tuvieron metros por delante para correr.
Este partido de vuelta de la semifinal de la Copa Sudamericana se jugó en el estadio Morumbí de Sao Paulo, ante cerca de 55.000 espectadores.
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