Julio César, el arquero brasileño que hizo llorar a Messi con sus atajadas y que recibió los 7 goles de Alemania en el Mundial de Brasil en 2014, se retiró de su vida profesional ayer tras su último partido con el Flamengo, club que derrotó al América Mineiro 2-0 en la segunda jornada del campeonato.
El estadio Maracaná fue el escenario donde el guardameta, con una evidente nostalgia en su rostro y acompañado de su esposa y sus hijos, disputó con el Flamengo su último partido.
La hinchada del Flamengo, llenó el Maracaná para reverenciar su ídolo.
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