El partido de Copa Libertadores del 28 de febrero entre Flamengo, de Brasil, y River Plate, de Argentina, se jugará a puerta cerrada en la “Ilha do Urubu” y no en el “Maracaná”, como se programó en principio, debido a que los días 22 y 25 habrá conciertos musicales en el llamado templo del fútbol brasileño, informó hoy la Conmebol.
El montaje y desmontaje de los escenarios para los conciertos no permitirá la recuperación del césped del Maracaná, por lo que el cambio de escenario del partido constituye “un caso de fuerza mayor”.
Los directivos del Flamengo propusieron como alternativa al estadio de Maracaná el de la Ilha do Urubu, situado también en la zona norte de Río de Janeiro, aunque no tiene la capacidad mínima exigida por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Esta entidad autorizó ayer la oferta del Flamengo, aunque aclaró que "no está habilitado para ningún otro partido de la Conmebol Libertadores y/o Sudamericana 2018".
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