La selección brasileña realizó ayer, a puerta cerrada y lejos de la prensa, su primer entrenamiento en Salvador de cara al partido del martes con Perú, de las eliminatorias sudamericanas del Mundial Rusia 2018, y después los jugadores fueron liberados para encontrarse con sus familiares.
Pese a que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por lo general permite que la prensa tenga acceso a los últimos diez minutos del entrenamiento, en esta ocasión el seleccionador brasileño, Dunga, prefirió comandar un entrenamiento totalmente secreto en el estadio mundialista Arena Fonte Nova, donde se disputará el partido, de la cuarta jornada de las eliminatorias.
El técnico también se abstuvo de hacer declaraciones a la prensa sobre sus planes frente a Perú y eligió al portero Alisson y al zaguero Jemerson para dar una rueda de prensa, en la que poco se habló del partido del martes.
El primer entrenamiento de Brasil desde su llegada en la noche del sábado a Salvador estaba previsto inicialmente para el final de la tarde de este domingo, pero Dunga decidió programarlo por la mañana para liberar a los jugadores, algunos de los cuales tienen familiares o amigos en Salvador.
Los jugadores tendrán que volver al hotel en que está concentrada la selección brasileña antes de las 20.00 hora local de hoy.
Tras el empate 1-1 en su visita del viernes a Argentina que le permitió llegar a cuatro puntos en tres partidos y ubicarse en el cuarto lugar en la clasificación de las eliminatorias, a cinco puntos del líder Ecuador, Brasil tendrá que modificar su zaga para el partido con Perú debido a la expulsión de David Luiz.
Pese a que Dunga convocó ayer como sustituto del veterano David Luiz al novato Jermerson, jugador del Atlético Mineiro, lo más probable es que Gil sea el encargado de completar la defensa con el zaguero Miranda y los laterales Dani Alves y Filipe Luis.
Brasil hará al final de la tarde del lunes en el estadio Pituazú su último entrenamiento antes del partido del martes en Salvador, la primera capital de Brasil y principal ciudad del nordeste brasileño.
Las 44.000 entradas para el partido entre Brasil y Perú en el Arena Fonte Nova están agotadas desde el martes, tras 11 días de ventas.
Además del fuerte apoyo que siempre recibe de los hinchas de Salvador, la selección brasileña cuenta con la ventaja anímica de no haber perdido nunca un partido en el Fonte Nova.
En su último encuentro en ese estadio, Brasil derrotó por 4-2 a Italia en la Copa de las Confederaciones de la FIFA.
Brasil igualmente tiene a su favor su histórico dominio sobre Perú, al que ha vencido 28 veces en los 40 partidos disputados entre ambos y al que tan sólo le ha cedido nueve empates y tres derrotas.
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