El Gremio brasileño completó ayer ocho días de adaptación a la altitud de los 2.850 metros sobre el nivel del mar de Quito, en busca de un resultado positivo hoy (20.00 hora boliviana) contra Liga de Quito en el partido de ida por la fase de repesca de la Copa Libertadores.
El preparador físico brasileño, Antonio Melo, aseguró que "efectivamente el proceso adaptación precisa de 21 días, pero asimilar velocidad de la pelota, los giros, la respiración veloz, el dolor de cabeza y las náuseas requiere menos tiempo".
Los brasileños se han mostrado optimistas para el choque ante Liga de Quito, a pesar de las bajas importantes que se presentarán, como Fabio Aurelio, Kléber y Facundo Bertoglio por lesiones.
Mientras, Werley y Leo Gago deben cumplir un partido de suspensión en Copa Libertadores, a lo que se sumó el defensa Vilson, apartado por decisión del técnico Vanderlei Luxemburgo, que en su reemplazo convocó a Leandro, tras su participación en el Sudamericano Sub-20, de Argentina donde Brasil fue eliminado.
Gremio ha probado dos victorias durante el proceso de adaptación. El primer partido ganó por 1-0 al Independiente José Terán, con gol de Zé Roberto, que volvió anotar en el triunfo sobre El Nacional, por 2-0, junto con el juvenil Yuri Mamute.
Por su parte, el entrenador de Liga de Quito, el argentino Edgardo Bauza, admitió que Gremio tiene "un gran plantel", pero dijo que su preocupación principal es "que Liga llegue bien".
El centrocampista Patricio Urrutia pronosticó que si Liga pasa a Gremio llegará "muy lejos", pues buscará entrar en el Grupo 8, conformado por el campeón chileno, Huachipato, el Fluminense de Brasil y el Caracas venezolano.
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