Olimpia amarró al Fluminense brasileño y se llevó a Paraguay un empate sin goles, que dejó totalmente abierta la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Libertadores.
El equipo asunceno aplicó un cerrojo eficiente y anuló totalmente al Fluminense, que fue demasiado espeso y careció capacidad de sorpresa ante una zaga bien organizada, ducha en el arte de achicar espacios.
Fluminense solo dispuso de unas pocas ocasiones puntuales, la más clara en las botas de Rhayner, pero no logró traducir en ocasiones su abrumador dominio en la posesión del balón.
La formación paraguaya solo se limitó a defenderse, prácticamente no subió al contraataque, y terminó de encerrarse en el tramo final del partido después de la expulsión de Eduardo Aranda.
El empate le obliga al Fluminense a empatar con goles o ganar en Asunción, la semana que viene, para optar a clasificarse a las semifinales.
En la primera parte, la mejor ocasión de los brasileños, nada más comenzar el encuentro, fue un mano a mano de Leandro Euzebio con el arquero Martín Silva, que consiguió desviar lo justo para evitar el gol.
Después, Fluminense se encontró en un atolladero, con un dominio de balón estéril, sin profundidad por las bandas ni velocidad suficiente. El equipo brasileño sólo volvió a amenazar antes del descanso en un tiro a media distancia del volante Jean, integrante de la selección brasileña.
Tras el descanso, Fluminense apretó la presión sobre el conjunto asunceno, que se contentaba con mantener las líneas juntas unos metros al frente del área grande y aguardar un eventual contragolpe.
A pesar del creciente acoso, las ocasiones brasileñas salían a cuentagotas. Rhayner tuvo en sus botas una oportunidad inmejorable, llegó a superar al portero rival, pero falló en el remate y, a quince minutos del final, un pase largo habilitó a Wagner para realizar un remate en una estirada, que acarició el gol.
La expulsión de Eduardo Aranda a diez minutos del final ratificó a Olimpia en su planteamiento defensivo y desterró de una vez por todas los intentos de responder a la contra a los que se había aventurado puntualmente a lo largo del partido.
A pesar de contar con la superioridad numérica, el conjunto brasileño fue incapaz de incomodar el arco paraguayo para tratar de inaugurar el marcador.
El ganador de este cruce se jugará una plaza en la final ante el ganador del cotejo entre el Santa Fe colombiano y el Real Garcilaso peruano, donde el primero ganó 3-1 en la ida, de visitante.
Este partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores se jugó en el estadio São Januario, de Río de Janeiro, ante cerca de 20.000 espectadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario