Brasil e Italia se enfrentan este jueves en Ginebra en un partido amistoso cargado de historia, con dos selecciones que suman nueve Mundiales -cinco el combinado brasileño y cuatro el italiano- y que afrontan con una motivación especial y pruebas ante futuros compromisos.
Ni la “canarinha” ni los “azzurri” están en su mejor momento, por lo que afrontan la cita en el Estadio de Ginebra como un importante examen para recuperar las buenas sensaciones y la confianza de los aficionados, a los que han dado pocas alegrías recientemente.
Será también un aperitivo del partido que disputarán el próximo junio en la fase de grupos de la Copa Confederaciones. Y en el Viejo Continente se pondrá muy fijamente la vista en Neymar, al que muchos ven ya para el próximo verano en el Barcelona.
Italia no ha ganado a Brasil desde el memorable partido del Mundial de España (3-2) en cuartos de final, pero los hombres de Luiz Felipe Scolari no han sido capaces de ganar a ningún rival de peso últimamente, con derrotas el mes pasado (2-1) frente a Inglaterra en Wembley y un empate con Colombia (1-1) en noviembre.
Los entrenamientos han dejado ver que Scolari probablemente probará con dos medios centros defensivos, Luiz Gustavo y Fernando, y con tres atacantes, Neymar, Fred y Hulk.
En el caso de Italia será la piedra de toque para ver si se mantiene en la línea positiva de los partidos de clasificación para el Mundial de 2014, donde los de Cesare Prandelli están invictos.
La selección italiana está en continua revolución y Prandelli no descarta convocar al veterano Francesco Totti, quien había dicho adiós a vestir la camiseta “azzurra”.
La veteranía será la característica principal del centro del campo con el romanista Daniele De Rossi, Andrea Pirlo figura y eje de la Vecchia Signora, Claudio Marchisio y Montolivo.
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