La selección brasileña de fútbol, que venció sin brillar ni convencer sus dos amistosos de este mes con un equipo muy próximo al que fracasó en el Mundial de Rusia 2018, considera que las pruebas fueron exitosas y que está lista para disputar como anfitriona y favorita la Copa América de 2019.
En el nuevo ciclo que comenzó tras el Mundial de 2018, a las órdenes del seleccionador Adenor Leonardo Bachi "Tite", la Canarinha sumó las victorias en amistosos que obtuvo el martes 16 frente a Argentina (1-0) y el viernes 12 ante Arabia Saudí (2-0), a las que ya había cosechado en la ventana pasada ante Estados Unidos (0-2) y El Salvador (5-0).
Tite aprovechó los cuatro amistosos para probar algunos nuevos jugadores y novedades en la formación y en el estilo de juego pero, ante Argentina, el compromiso más importante, terminó alineando la misma base del equipo eliminado en cuartos de final del Mundial de Rusia frente a Bélgica (1-2).
Tal base cuenta con Alisson como portero; Marquinhos, Miranda y Filipe Luis en la zaga; Casemiro como volante y el tridente ofensivo integrado por Neymar, Philippe Coutinho y Gabriel Jesús. A éstos deben sumarse el lateral Marcelo, que no fue convocado por lesión, y el volante Renato Augusto.
Las principales novedades, por lo mismo, fueron la entrada como titular del creativo Arthur, el nuevo fichaje de Barcelona, y las nuevas responsabilidades que se le asignaron a Neymar, que además de haber sido confirmado como capitán permanente ganó más libertad para crear jugadas por el centro de la cancha.
Con la base que tenía y las modificaciones que introdujo, Tite montó el equipo que considera como más próximo al "ideal" para la Copa América.
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