domingo, 8 de julio de 2018

Neymar no cumplió



Con más ruido que juego, Neymar se despide del que debía ser su Mundial por la puerta de atrás, convertido en objeto de burla por sus simulaciones, protagonista permanente del debate entre quienes consideran que hay que protegerle y los que lo ven como un mal ejemplo.

La imagen que quedará de Neymar en el Mundial de Rusia no es un regate, ni algún gol. Su foto fija es la de un jugador tirado sobre el césped, con ostensibles gestos de dolor.

Porque Neymar abandona Rusia sin haber cumplido su propósito de asaltar el trono de Messi y Ronaldo. Peor aún, perdió caché por su constante exposición en los medios y las redes sociales, por sus polémicas con rivales o ex jugadores.

No ha habido ningún día en el Mundial en el que no se debatiese sobre el juego del atacante de la Canarinha.

Primero, por las dudas que dejaba su estado de forma. Luego, por las quejas que provocaba cada vez que se retorcía sobre el césped tras recibir una entrada.

Sus defensores pueden aportar números. Objeto de 26 faltas sancionadas en cinco partidos, no ha habido un jugador que haya sufrido más entradas punibles.

Sus detractores también pueden contraatacar. Según el análisis de las imágenes que hizo el canal suizo RTS, previo al partido de los cuartos de final, Neymar estuvo tirado sobre el terreno de juego un total de 13 minutos y 50 minutos en los cuatro primeros encuentros.

En 485’38 minutos de juego, no logró más que dos goles de los 27 disparos que hizo, a lo que añadió una asistencia: a Roberto Firmino, contra México.

Fue el que más córner lanzó (24), al que más fuera de juego le sancionaron (6) y el que más regates hizo (57). En cinco partidos, corrió un total de 47’30 kilómetros (22’84 de ellos con balón) e intentó 276 pases (217 de los cuales llegaron a su destino, un 79%).

Nadie puede decir que no lo haya intentado, pero lo que está claro es que no fue el líder que Brasil esperaba.

Fue protagonista de imágenes insólitas: el único jugador al que le “quitaron” un penal señalado después de ver las imágenes (contra Costa Rica) y, frente a Bélgica, fue el propio Neymar el que le pidió al árbitro Milorad Mazic que no recurriese al VAR después de fingir un derribo en el área, al exponerse a una amarilla que le hubiese apartado de las semifinales.

En este Mundial 3.0, no habido más rey que Neymar en las redes sociales, protagonista de la mayoría de los memes que circularon durante el torneo.

En Brasil, no obstante, aún no agotaron el crédito. “Seguramente, ganará un Mundial algún día”, pronosticó el viernes el capitán brasileño, Joao Miranda.

Pero, tras dos intentos fallidos, con seis goles en diez partidos repartidos por dos Copas del Mundo, a Neymar le comienza a apurar el reloj; a Qatar 2022 llegará con 30 años.

DESOLADO

Neymar rompió ayer el silencio tras la eliminación de la selección brasileña en cuartos de final del Munidal de Rusia 2018 y afirmó que la derrota ante Bélgica por 1-2 supone el momento “más triste” de su carrera como jugador.

En sus redes sociales, el jugador aseguró que es “difícil encontrar fuerzas” para volver a jugar.

“El dolor es muy grande porque sabíamos que podríamos llegar, sabíamos que teníamos condiciones de ir más allá, de hacer historia... pero no fue (posible) esta vez”, afirmó el jugador del Paris Saint Germain (PSG).

“Interrumpieron nuestro sueño pero no nos lo quitaron de nuestra cabeza y nuestros corazones”, concluyó.

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