El Gremio brasileño selló su boleto a los cuartos de final de la Copa Sudamericana al ganarle 2-1 al Barcelona ecuatoriano y se medirá en la próxima fase con el Millonarios colombiano, que dejó en el camino al Palmeiras.
El equipo de Porto Alegre jugó un partido gris y consiguió la victoria gracias a un gol en contra del defensor ecuatoriano José Perlaza, y a un tiro de falta de Zé Roberto a un minuto del final.
Barcelona llegó a soñar con darle la vuelta al 0-1 del partido de ida cuando Narciso Mina anotó el primer gol del partido a comienzos de la segunda parte.
El partido fue equilibrado y con muy pocas ocasiones de gol para ambos equipos, debido a que el Barcelona presionó bien en todas las zonas del campo y el Gremio estuvo poco fino en el remate y espeso en la creación.
En una primera mitad de escasísimas ocasiones, el Gremio tuvo más presencia en campo que el Barcelona, pero su juego era poco fluido y la puntería de sus delanteros, poco afinada, lo que sería un síntoma de lo que iba a ser todo el partido.
Un remate de cabeza de Werley en un córner fue la jugada más peligrosa de la primera parte, pero el arquero Máximo Banguera, bien colocado bajo palos, la neutralizó con solvencia.
Barcelona, más urgido por el resultado de la eliminatoria, tampoco encontraba el modo de desequilibrar y apenas tentó a la suerte en tiros lejanos que no pusieron en apuros al arquero Marcelo Grohe.
Después del descanso, el local ganó en soltura, pero todavía carecía de profundidad ante el equipo de Guayaquil, que durante todo el partido mantuvo el orden y defendió con serenidad.
Cuando más volcado estaba el Gremio al ataque, sorprendió el Barcelona con un gol surgido en una jugada rápida, en un intercambio de pases cortos que desmanteló el sistema defensivo brasileño y le permitió a Narciso Mina fusilar desde el área pequeña.
El gol encajado no alteró el libreto del técnico Vanderlei Luxemburgo, que prosiguió con su ofensiva por las bandas y obtuvo el éxito casi diez minutos después, con la ayuda inestimable del defensor José Perlaza, que hizo un gol en contra al intentar despejar un centro de Anderson Pico, compensando así las deficiencias en el remate del Gremio.
El técnico Gustavo Costas puso toda la carne en el asador, plagó el equipo de delanteros y buscó sorprender con velocidad en los últimos instantes, pero ya era demasiado tarde para los ecuatorianos.
El conjunto brasileño logró el tanto de la victoria, que ya no necesitaba, a un minuto del final, en un brillante tiro de falta de Zé Roberto dirigido a la escuadra.
Este encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana se jugó en el estadio Olímpico de la ciudad de Porto Alegre, ante 20.000 espectadores.
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