lunes, 16 de abril de 2012

Santos FC, el ‘juego bonito’ cumple 100 años

El Santos acaba de ingresar en el selecto mundo de los clubes de fútbol con 100 años de existencia. Es uno de los más gloriosos de Brasil y uno de los más fieles seguidores del ideal de “juego bonito” que inauguró Pelé y que, además, impregna la fructífera cantera de la que también surgió su actual astro Neymar.

El club nació el 14 de abril de 1912, fundado por un trío de deportistas que querían llevar el fútbol a Santos, ciudad a 80 kilómetros de Sao Paulo, que entonces prosperaba rápidamente con el negocio millonario de la exportación de café.

En los años 20, en la época del fútbol aficionado, el equipo recibió elogios por su juego ofensivo, que le valió a sus delanteros el apodo de “la línea de los 100 goles”, aunque esta generación sería prácticamente olvidada por su falta de éxitos deportivos.

Pelé se incorporó al primer equipo con 15 años, en 1956, año en el que el club ganó su tercer título de campeón de Sao Paulo y segundo consecutivo, gracias a una buena nómina de jugadores en la que aparecían internacionales como Coutinho, Zito y Pepe.

El niño prodigio enseguida se convirtió en el líder del Santos, mientras guiaba a la selección brasileña a los triunfos en los Mundiales de Suecia 58, Chile 62 y, posteriormente, México 70.

En esos años el Santos acaparó casi todos los trofeos nacionales y regionales, ganó las Copas Libertadores de 1962 y 1963, y facturó las Copas Intercontinentales correspondientes, ante el Benfica y el Milán, y además era invitado a hacer giras por Europa, América, Asia y África.

El equipo tenía tantos seguidores que a veces prefería jugar como local en Río de Janeiro, a 500 kilómetros de Santos, para aprovechar el enorme aforo del Maracaná, muy superior al del Vila Belmiro, que actualmente cuenta con 15.800 asientos.

A partir del adiós de Pelé en 1974, se acabó la supremacía del equipo, que tan solo volvería a triunfar en momentos puntuales, casi siempre coincidiendo con buenas hornadas de jugadores surgidas de su escuela, que desde esa época recibieron el cariñoso apodo de “meninos da Vila” (niños de la Villa).

La mala gestión de una serie de directivas, que dilapidaron fortunas en malos fichajes e inversiones ruinosas, condujeron al club a una larga travesía de casi dos décadas sin títulos, que terminó con la victoria en la Copa Conmebol de 1998.

Al comienzo de esta década, el club volvió a centrar sus esfuerzos en la formación de jugadores, para lo que se creó una escuela con instalaciones modernas, que pronto rindieron frutos con el surgimiento de una nueva generación talentosa, con nombres como Robinho, Diego y Elano.

El grupo liderado por Robinho conquistó los campeonatos brasileños de 2002 y 2004, y alcanzó la final de la Libertadores de 2003, que perdió ante el Boca Juniors.

Actualmente el Santos vuelve a brillar con varias estrellas formadas en casa, entre las que destaca Neymar, el principal responsable del triunfo en la Copa Libertadores del año pasado y quien, inspirado en Pelé, rechazó ofertas millonarias de clubes europeos para seguir en Brasil.

Era capaz de todo

La magia

Durante una gira por África, el Santos logró la hazaña de “interrumpir conflictos entre la República del Congo y la República Democrática del Congo, y la Guerra de Biafra, en Nigeria.

Por el mundo

“El único lugar en el que el Santos no estuvo fue en la luna”, afirmó Pelé el lunes durante la presentación de un libro de conmemoración del centenario.

El ‘peixe’

El club brasileño debe su nombre a la ciudad de Santos, de medio millón de habitantes, a orillas del océano Atlántico. De su cercanía al mar proviene el sobrenombre de Peixe (pez).

Millones

Según sus directivos, cuenta con 13 millones de hinchas, más que la población de Portugal o de Grecia.



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