Un grupo de aficionados invadió ayer el campo mientras la selección de fútbol de Brasil realizaba su primer entrenamiento en Manaos de cara al partido que el martes disputará contra Colombia por la octava jornada de la eliminatoria suramericana para el Mundial de Rusia 2018.
Poco antes de que concluyera la sesión de entrenamiento, decenas de personas consiguieron burlar la seguridad del estadio Arena da Amazonia y uno de ellos llegó incluso a derribar a Neymar en su afán por acercarse al astro de la "Canarinha".
Fernandinho, centrocampista del Guangzhou Evergrande chino, que intentó poner orden durante el incidente, restó importancia a lo acontecido en la rueda de prensa posterior al entrenamiento.
"Es por el cariño que existe por parte de los aficionados hacia nosotros, los jugadores. Solo les pedí que tuvieran calma para que no pasara nada", señaló el jugador.
Cerca de 15.000 personas pudieron presenciar el entrenamiento a cambio de una donación de un kilo de alimentos para instituciones de caridad.
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