El delantero Neymar, que se incorporó ayer con tres días de antelación a la selección brasileña que se prepara para la Copa América, mostró muchas ganas y alegría en el primer entrenamiento en el que participó con la Canarinha, así como un buen entendimiento con Gabriel Jesús.
Tan sólo cuatro horas después de desembarcar de un helicóptero en la Granja Comary, el capitán de la Canarinha apareció con todos sus compañeros en el entrenamiento con balón de ayer.
El jugador del París Saint Germain (PSG) no sólo dejó en claro sus ganas de jugar y de entrenarse en serio sino también su contagiosa alegría.
Además de los 9 jugadores que ya se concentraron con la selección, de entre los 23 convocados para la Copa América, en el entrenamiento participaron 10 jugadores juveniles llamados por el seleccionador ‘Tite’ para completar el equipo mientras llega la mayoría de sus pupilos.
El entrenamiento comenzó con el tradicional juego del “bobito”, un recreativo en el que el capitán se mostró bastante sonriente y que aprovechó para provocar a sus compañeros.
Después, en un partidillo en cancha corta, el atacante mostró que está en plena forma física, sin preocupaciones por lesiones.
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