miércoles, 9 de mayo de 2018

Bellini, inmortal estampa del campeón de 1958



Levantar la Copa del Mundo y mostrarla al planeta es el momento más sublime que todos los futbolistas que van al Mundial persiguen. El primer privilegiado es el capitán de la selección campeona y luego el trofeo pasa a manos de sus compañeros de plantel.

¿Quién fue el que inmortalizó esa estampa?

Fue el brasileño Hilderaldo Luiz Bellini el 29 de junio de 1958, cuando Brasil fue campeón por vez primera luego de derrotar 5-2 a Suecia en la final. Este 2018 se cumplirán 60 años de ese rito repetido por cada uno de los capitanes de las selecciones que conquistaron la Copa de la FIFA.

Antes, los campeones la recibían y completaban el festejo con la vuelta olímpica.

Según la memoria de la Confederación Brasileña de Fútbol, “el gesto de Bellini simbolizó a la perfección el primer título mundial de Brasil, conquistado por una selección que muchos aseguran fue la mejor de la historia. El zaguero se convirtió con el título en uno de los jugadores más populares de Brasil, admirado por los aficionados, que veían en él un ejemplo de raza que llevó a la selección a hacer que el mundo se incline hacia nuestro fútbol”.

Bellini fue un zaguero de notables condiciones que nació el 7 de junio de 1930 en Itapirá, ciudad del estado de Sao Paulo y que brilló por varios años en el Vasco da Gama de Río de Janeiro.

Era corpulento, recio y de fuerte carácter.

Dicen que junto al también zaguero Nilton Santos, otro referente de la época, agarraron al técnico Vicente Feola en la concentración de la selección en la Copa y le impusieron que Pelé y Garrincha fueran titulares en el equipo después del empate en su debut contra Inglaterra.

El DT les hizo caso y en el siguiente encuentro comenzó la seguidilla de victorias hasta la conquista de la Copa.

Cuando le preguntaron qué pensó para levantar el trofeo y mostrarlo, sonriente respondió: “Para el encuadre de los fotógrafos”.

Contó que fue al azar. “No pensé en levantar la copa, en realidad no sabía qué hacer con ella cuando la recibí del Rey Gustavo de Suecia. En la ceremonia de entrega del trofeo Jules Rimet, la confusión era grande, había muchos fotógrafos buscando una mejor posición. Fue entonces que algunos de ellos, los más bajitos, empezaron a gritar: ‘¡Bellini, levanta la copa, levanta Bellini!’, Ya que no estaban consiguiendo fotografiar. Fue cuando la erguí”, contó.

La estatua de Bellini al ingreso del Maracaná.

El título y su despliegue ayudó a Bellini a pasar del Vasco al Sao Paulo, donde jugó hasta 1962, e invitaciones a muchos contratos fuera de las canchas. El capitán pasó a ser solicitado para participar en las más variadas campañas publicitarias de periódicos, revistas y televisión, hasta le propusieron ser actor de cine.

En Chile 62 también formó parte de la selección campeona, pero el cintillo de capitán lo lució Mauro Ramos, quien repitió la escena de levantar el trofeo luego del triunfo de Brasil por 3 a 1 sobre Checoslovaquia.

Bellini falleció el 20 de marzo de 2014 a los 83 años en un hospital de Sao Paulo tras haber sufrido un paro cardíaco.

Fue inmortalizado en vida con una estatua en una de las puertas del estadio Maracaná, de Río de Janeiro, en la que es representado levantando la copa de 1958 con los brazos por encima de la cabeza.

Bellini enfrentaba complicaciones por el mal de Alzheimer que le fue diagnosticado en 1994 y que lo había dejado sin voz en 2011 y sin capacidad para reconocer incluso a sus propios familiares.

Fue también uno de los grandes ídolos del Vasco da Gama con el que actuó por nueve años y con el que conquistó tres títulos del Campeonato Carioca.

Asimismo, militó en Sao Paulo y Atlético Paranaense antes de poner fin a su carrera en 1969 a los 40 años.

Su familia decidió donar su cerebro para estudios sobre el mal de Alzheimer a pedido del neurólogo que lo atendió en la última parte de su vida.

Siguiendo su legado, hoy en día los capitanes campeones, ya sea de torneos de selecciones o de clubes, repiten aquella escena de 1958.

No hay comentarios:

Publicar un comentario