martes, 18 de junio de 2013

Neymar

Neymar se dio ayer un baño de masas en Fortaleza cuando la selección brasileña recibió a cerca de 2.000 hinchas, en su mayoría niños, al acabar un entrenamiento de cara al próximo partido contra México por la Copa Confederaciones.

El delantero dio unos toques al balón para el regocijo de los aficionados y, junto a sus compañeros de equipo, se acercó a la grada a saludar y a corear "yo soy brasileño con mucho orgullo y mucho amor", un estribillo que siempre se canta en los partidos de la selección.

Desde que comenzó la concentración de la selección, a finales de mayo, el equipo nacional no había generado tanta expectación en ninguna de las cuatro ciudades que visitó hasta ahora: Río de Janeiro, Goiania, Porto Alegre y Brasilia.

El público se agolpó a las puertas del estadio Presidente Vargas de Fortaleza durante hora y media, tiempo en el que los asistentes no pararon de gritar el nombre de Neymar.

Al final de la práctica, que fue muy suave para los titulares, el seleccionador nacional, Luiz Felipe Scolari, autorizó a que se abrieran las puertas.

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