miércoles, 7 de septiembre de 2011

Neymar, un nuevo caso Di Stéfano

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, está dispuesto a quemar todos los cartuchos posibles para lograr el fichaje del brasileño Neymar. La sombra del FC Barcelona inquieta mucho y eso ha llevado al presidente blanco a incurrir en ilegalidades para tratar de acabar con la hegemonía blaugrana. El caso Neymar es un buen ejemplo.

Como sucedió en el verano del año 2000 con Figo, el presidente madridista habría firmado un precontrato con el padre del jugador y con su representante, Wagner Ribeiro, que viajaron a Madrid tras el amistoso que Brasil perdió frente a Alemania en Stuttgart el pasado 10 de agosto.

Florentino Pérez se ha saltado a la torera una vez más la normativa de la FIFA y ha vuelto a negociar con un jugador que tiene contrato en vigor a espaldas de su club, el Santos. Además, hay que añadir que la FIFA no le da ningún tipo de valor al supuesto contrato privado firmado por el Real Madrid con el jugador, que fija una indemnización, por las dos partes, en caso de incumplimiento del acuerdo al que llegaron en su día.

El jugador, aunque contara con el permiso del Santos para negociar con el Madrid, no puede firmar ningún tipo de documento hasta seis meses antes de que finalice su contrato actual, según estipula la FIFA. El propio Real Madrid también está metido en un lío, ya que no puede hacerlo público. De hacerlo, se expondría a fuertes sanciones por parte de la FIFA.

El FC Barcelona, sigue a rajatabla la legalidad y las normativas que marca la FIFA en cualquier tipo de negociación. El club blaugrana habla primero con el equipo del jugador, en este caso el Santos, para posteriormente negociar con el futbolista. Es decir, como se deben hacer las cosas y no al revés.

El Santos ha descubierto el pastel, ha visto que el Real Madrdi ha negociado con Neymar a sus espaldas y parece dispuesto a denunciar al club blanco ante el Comité Disciplinario de la FIFA. Según informa Marca, el Madrid tiene firmado con el jugador un contrato por seis años a razón de cinco millones anuales. El Chelsea fue el último club que intentó saltarse las normas y actuar en plan cuatrero. Y se llevó el correspondiente varapalo de la FIFA.

El señorío del Madrid en el campo lo marca Mourinho. Y en los despachos parecen seguir la línea del portugués. El caso Neymar tiene todos los números para convertirse en la reedición del caso Di Stéfano. En estas circunstancias, al Real Madrid, que sabe que no puede hacer público el acuerdo, no le queda más remedio que esconderse y callar. Pero si la denuncia del Santos se confirma, la sanción puede marcar una época.Y luego se extrañan de no caer simpáticos en los organismos oficiales. Se lo ganan a pulso. Esta política de que "vale todo" y de que "el fin justifica los medios" vuelve a manchar la histórica y legendario imagen del Madrid en el mundo.

El Barcelona, entre tanto, se limita a hacer las cosas de acuerdo con la legalidad vigente.

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